Mexicali, B.C.- En relación a la situación hídrica que enfrenta Baja California, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) ha ofrecido información detallada sobre los ajustes previstos en las asignaciones de agua provenientes del Río Colorado para México y Estados Unidos en el año 2024.

El titular de la Secretaría de Protección al Ambiente (SEPROA) y director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Armando Samaniego, destacó que estas reducciones no afectarán el suministro de agua para uso humano en las ciudades, ya que se prioriza la seguridad hídrica en este ámbito esencial.

Samaniego subrayó que Baja California ha implementado un plan estratégico para abordar la situación del agua, respaldado por inversiones aprobadas por el Comité Técnico de Inversión del Bono Sostenible, suscrito este año por la administración de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, con la aprobación del Congreso del Estado.

Las reducciones en las asignaciones de agua se fundamentan en las proyecciones proporcionadas por el Departamento del Interior y el Buró de Reclamación de los Estados Unidos, considerando los niveles en el Lago Mead, donde se almacena el agua para su distribución a los Estados de la Cuenca Baja en Estados Unidos (Arizona, California, Nevada) y a México.

De acuerdo con el Acta 323, ambos países acuerdan reducir el uso de su asignación anual de aguas del Río Colorado cuando se prevé que la elevación del Lago Mead el 1 de enero sea igual o inferior a una elevación de 1,075 pies.

Por consiguiente, las entregas a usuarios de la Cuenca Baja en Estados Unidos experimentarán una disminución de 658 metros cúbicos. Como resultado de estos esfuerzos conjuntos, las entregas de agua del Río Colorado sufrirán una reducción de 757 metros cúbicos en 2024, equivalente al 6.8% de la asignación total normal para usuarios de la Cuenca Baja en Estados Unidos y México.

Samaniego informó que se están implementando medidas adicionales de conservación del agua con el objetivo de mejorar el almacenamiento y resguardar aún más el suministro que debe recibir la población de Baja California. Estas acciones buscan garantizar la disponibilidad sostenible de agua en la región, fortaleciendo la resiliencia ante los desafíos hídricos.